miércoles, 29 de febrero de 2012

quietness







El bosque amigo
En las sendas pensamos cosas puras,
Uno al lado del otro, fugitivos,
Cogidos de la mano, y pensamos
En medio de las flores más oscuras.
Íbamos solos, como enamorados,
Entre la verde noche del sendero,
Compartiendo el fugaz fruto hechicero
Del astro que aman los enajenados.
Después, muy lejos, en la sombra densa
De aquel íntimo bosque rumoroso,
Morimos-¡solos!-sobre el césped blando.
Y arriba, en medio de la luz inmensa,
¡Oh, amigo del silencio más hermoso,
Nos encontramos otra vez, llorando!
Paul Valery
Francia, 1851-1945

martes, 28 de febrero de 2012

fired







Cuando amanece junto al puerto y permaneces.
Cuando la lechosa luz del día
entorna los ojos perplejos de la piel.
Cuando los tambores de los sentidos
golpean humo bajo la noche de tu pecho.
Cuando su ritmo frenético te hace ignorar
la llamada a la cordura de tu corazón.
Cuando llueve y los palacios de la lluvia
hablan enredados
a la luz de tu pelo.
Cuando siempre parece demasiado tarde.
Cuando siempre parece demasiado abajo.
Cuando siempre parece demasiado lejos.
Y sabes ya
que el frío de tus manos recientes
puede encender todos los cigarrillos
del diamante.
Es la hora del adiós a las ciudades.
Es la hora del adiós a los números y
a la aritmética absurda de las culpabilidades.
Es la hora de amar la soledad.
Es la hora - yo soy mío- del bosque encendido.


Antonio Rigo, 2008
Palma de Mallorca

remain II